Instrucciones para sobornar a un mosco.

"Pintaste con tus dedos retorcidos la acuarela de mi tarde..." Pero no, eso suena a poesía... no quiero degradar. Con tanta maldición, la soledad sucedánea del accidente semanal decidió aparecer (para sorpresa de nadie) en otro martes con puesta de sol frente a mi puerta. Se acabó la estética minimalista, Tentación decidió hacerla de Mr. Kind y tratarme como persona. Dejaron de hacer falta mis estúpidas metáforas, las palabras sabían más amargas que cocaína y ardían a 128° C. Mentiras convenidas y un track de cordialidad barbitúrica. - No me jodas, no me jodas, nome jodas, no mejodas, nomejodas - Así que deje de ocultarme en un blogg y salí de la habitación llenandolo todo con sangre y risitas sardónicas. Pero hoy es martes otra vez, hay un accidente previsto. La habitación- cuchitril, empieza a tomar forma, Conjuga perfectamente con la niña - cadáver frente al espejo con cara de " sabía que todo acabaría no resolviéndose" . Tiene toda la belleza del caos y el or

LOS ENJAULADOS Lerdos, bostezando en la gelatina incolora donde flotan sus vidas, envejecen. Vagabundos, de un lado a otro de otro a uno cargando papeles, envidia, caspa y desesperanza, bostezan. Sin miseria ni gloria, a media tinta, entre dos aguas. Donde terminan las colas que nacen en los barrios, crece su rencor y su vagancia y tienen casillas, permisos, desgano, calendarios, donde nos archivan, sumillados, manchados para siempre de huellas dactilares el corazón. Y para no escuchar el gemido de la sangre duermen sordos, atados auriculares de teléfono, mordiendo soledad, barbitúricos y otra vez desesperanza y lágrimas. ¡Y de pronto! saltan de la cama, encienden la luz y hacen cuentas, en los ascensores, hacen cuentas, sobre dos senos, sobre las mesas, bajan a los negros prostíbulos y hacen cuentas y despiertan crispados, mordiéndose las uñas, el plazo vencido, la excedida farra. Lerdos, abandonados de la esperanza pero también por la desesperanza, f